¡Gracias al cielo existe el sexting! Ese intercambio de mensajes de contenido erótico que por lo general van acompañados con tus mejores fotos y/o videos de contenido sexual o sugestivo que se puede dar entre dos o más personas, ¡aquí todo vale! En esta época de pandemia donde los encuentros físicos, las citas y los encuentros casuales están restringidos por temas del confinamiento, nuestra imaginación, el sexo virtual y la masturbación nos ayudan a evitar cualquier tipo de frustración sexoafectiva y nos permite mantenernos motivados por conocer nuevas experiencias.

De entrada, podemos decir que no es una práctica nueva, se estima que aparece aproximadamente hacía el 2005. Inicialmente se hacía involuntariamente, sin conocer su nombre. ¡Qué levante la mano quién no haya enviado una foto de su paquete! Sabemos que es una práctica que trae riesgos, pues es un hecho que todo lo que se envía por internet, se queda en internet. Nuestros textos, fotos o videos pueden caer en manos de terceras personas y es por esto que debemos aprender a distribuir contenidos que se ajusten a nuestros ideales, nuestro cuerpo y lo que llevamos puesto.

La expresión de nuestro deseo a través de fotos o videos teniendo como tema central las fantasías sexuales, puede despertar mucho más de lo que podrías imaginar, siempre y cuando las partes (emisor y receptor) estén de acuerdo. A continuación te daremos unos consejos que vas encontrar muy útiles dentro del mundo de posibilidades que se tienen:

1. Reconoce el terreno
No sueltes una palabra, foto o video subida de tono a la primera, a menos que sea con tu pareja. La idea es conocer poco a poco a la persona con la que vas a tener esta práctica, puedes comenzar con lanzar insinuaciones con frases sexys o enviar algunas fotos en una ropa interior sugestiva que te ayude a captar la atención. Comenzar con unos lindos trunks o unos briefs bien ceñidos, son la mejor manera para iniciar el intercambio de contenidos. Estarás muy cómodo y evitarás que se pierda el interés para una mejor interacción.

2. Déjate llevar
¡No tengas miedo! Ya conseguiste la conversación que querías, ahora solo relájate; evita enviar emoticones y concéntrate en escribir muy explícitamente lo que te gusta, imaginas y fantaseas. Para subir la temperatura, dile cómo te sientes, cuéntale detalles de tus fantasías y por supuesto pregunta por sus deseos y que le gustaría hacer. Para este punto, puedes utilizar prendas más reveladoras como lo son los jockstraps, o si eres más atrevido, una tanga que deje ver tus nalgas.

3. Usa tu imaginación
La imaginación es la clave de todo este proceso. Fotos de tus labios, de tus piernas o de tus pies, también funcionan muy bien en cualquier momento. Recuerda que todo está en los detalles y en dejar algo para la fantasía. Finalmente, ten en cuenta que las “nudes” siempre serán bienvenidas; no solo durante el confinamiento si no en cualquier momento. Eso sí, no es recomendable que salga tu cara, a menos que sientas que la persona con la que compartes estos contenidos es alguien confiable.

Es importante que siempre recuerdes que enviar tus fotos de puede ser arriesgado en alguna medida, pero al hacer algo un poco más sutil que sin duda alguna caliente al receptor, vas a tener un buen comienzo en este juego. La ropa interior siempre será tu aliada para despertar interés y puedas explorar lo que a él le gusta, trunks, briefs, jockstraps, tangas… Averigua también su color favorito, ese color que le parezca más sexy. Así que manos a la obra y comienza este juego.

El sexting puede sustituir la vida sexual durante esta separación física, la picardía no tiene límites y el terminar con un orgasmo por una nota de voz, puede ser el final perfecto para estimular los sentidos de la otra persona.