El calor del verano ya se siente en el ambiente, comenzamos ya a ver mucho menos ropa y más piel, y para seguir subiendo la temperatura, en Perseus no nos quedamos atrás y como la ropa interior es un tema que nos apasiona, hoy les compartiremos algunos de los fetiches más comunes con esta pequeña prenda de vestir.

 

A lo largo de los años la ropa interior ha ido evolucionando y ganando protagonismo gracias a un sinnúmero de modificaciones en estilos y diseños. Hoy en día no solo es una prenda indispensable en el armario de cualquier persona, sino también se ha convertido en un accesorio de placer, una prenda fetiche, un recuerdo e incluso un trofeo para muchos, que trae consigo múltiples encantos para quienes los practican.

 

 

 

 

Pero antes de avanzar en el tema y hablar más escuetamente, debemos dejar claro que los fetiches sexuales son aquellas parafilias (1) que consisten en la excitación erótica y el logro del orgasmo a través de un objeto, sea una prenda de vestir o una parte del cuerpo en particular.

 

(1) Parafilia: Patrón de comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer se encuentra en objetos, situaciones, actividades o individuos atípicos.

 

La ropa interior representa la intimidad; es por esto que para muchos se vuelve uno de los fetiches más conocidos. Esta prenda al estar en contacto con la zona genital hace despertar la imaginación, el deseo y el morbo de muchos.  Para algunos solo basta con el elemento visual, táctil u olfativo de la misma, pero para otros es mucho más importante la forma, el diseño, el color, el tamaño, pues de esto depende su grado de excitación.

 

Para quienes consideran el diseño y la forma algo mucho más importante que otras características en si de la prenda, se encuentra todo un mercado disponible, como por ejemplo las prendas de cuero, las cuales son usadas antes, durante y después de la relación sexual. Este es uno de los fetiches más conocidos alrededor del mundo tanto que ya vemos gran variedad de marcas, tiendas, boutiques online, clubes y convenciones al rededor del mundo para complacer a los amantes de estas prendas eróticas.

 

 

 

 

 

 

Hablemos también de aquellos fetichistas que optan por olfatear la prenda para alcanzar su máximo placer, es decir para quienes son mucho más importante los olores que la forma o el diseño. Su excitación depende de olores corporales como el sudor y aquellos provenientes de las zonas intimas que se impregnan en la ropa interior y causan un descontrol irresistible.

 

 

 

Ahora bien, hemos encontrado que un gran grupo de personas experimentan placer e incluso excitación por el hecho de robar la ropa interior de las personas con las que tienen sexo.  El placer consiste en sustraer secretamente una prenda de sus amantes, aquí no existe el gusto especifico por alguna prenda o por algún aroma, no, aquí solo importa hacer suya la prenda y conservarla como un trofeo o un recuerdo. Pero ojo, esta práctica también puede llegar a hacer que el sexo en si carezca de interés y la persona solo se preocupe por conseguir la prenda.

 

El placer no tiene límites y hay muchas formas de conseguirlo y la ropa interior es otra de las múltiples formas de aumentarlo.

 

¿Cuál ha sido tu experiencia con este tipo de fetichismo?